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martes, 26 de septiembre de 2017

Segunda reflexión sobre Catalunya. Tiene solución la situación?. Comentario de un lector

Este es el comentario de Joaquín Garrido Vázquez a mi anterior entrada. Dado que el blog no admite comentarios mayores de 4096 caracteres he considerado que la mejor solución es publicarlo como entrada.

Verás, una de las cosas que más me molesta de los políticos y de los que, no siéndolo, incorporan sus modos y maneras, es el cinismo con el que se dirigen a uno para decirle que determinado tema “requiere una solución política”. Y te lo sueltan mirándote a los ojos, con la sonrisa en la boca, como diciéndote, “fíjate acémila, de qué manera tan simple resolvemos los profesionales este asunto”. Les falta por añadir, gilipuertas.

Eso me molesta por dos razones. La primera es porque, conocedores como son de la importancia de la apropiación del significado del lenguaje que emplean, utilizan “solución política”, como eufemismo para referirse a “mira, tío, entre bomberos no vamos a pisarnos la manguera, de modo que vamos a ponernos de acuerdo y busquemos la manera de circunvalar las leyes, que, al fin y al cabo, nuestros votantes son una pandilla de castrati mentales y no se enteran”. A partir de aquí es fácil deducir la segunda razón: insultan a mi inteligencia cuando intentan colármela y que, encima, les aplauda.

Mira, no se puede llegar a conclusión alguna sin antes ponernos de acuerdo en que, cualquier cosa que no sea la aplicación de las normas legales, es saltarse la legalidad democráticamente establecida en este país. Nos podrá gustar o no, incluso podremos estar en desacuerdo radical sobre la forma en que se aplica, pero la realidad, la dura y cruda realidad dice eso: si no aplicamos las normas legales, nos las estaremos saltando arbitrariamente. Así de simple y así de claro. Por lo tanto, no mareemos la perdiz: se están transgrediendo las leyes (no creo que sea necesario recordar la jerarquización del corpus legal de cualquier país) y, por lo tanto, aplíquese lo previsto en la legislación y asunto concluido.

Ah, pero es que resulta que la aplicación de las leyes no es del agrado de los señores nacionalistas. Se trata de eso, claro. En ese caso, por Dios, faltaría más, dígame lo que desean que mañana se lo sirvo cocinado en bandeja de plata, como la cabeza del Bautista. O la de Vidal Cuadras, que para el caso… ¿Es de eso de lo que va esto?.

Para que no haya dudas y por lo que a mi respecta, estamos ante una ilegalidad manifiesta (una más) que debe ser respondida de la forma que contemplen las leyes, sin matices de ningún tipo. Y a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga. Y a esta situación se llega porque desde hace muchos años se están mandando mensajes equívocos a los nacionalistas quienes creen que éste es un pulso que, como muchos otros previos, ganarán al Estado. Es más: aunque lo pierdan, están convencidos de dos cosas: habrán aumentado el martirologio independentista, cosa muy conveniente porque el stock que tienen anda un poco apolillado y, dos, están seguros de que rascarán algo más de lo que ya tienen, sea en financiación, en competencias o en lo que sea. Y vuelta a empezar.

Y fíjate que no les basta con intentar adaptar la legalidad a su conveniencia: es que no tienen inconveniente en apropiarse de MIS derechos, acostumbrados como están históricamente a que se les rinda pleitesía. Pues mira tú por dónde: no me da la gana de renunciar a mi derecho a opinar sobre mi país, así que…

Por eso mismo, no creo en la solución que planteas. Primero porque los ejemplos que usas (Escocia, etc) no son comparables ni histórica ni legalmente y, segundo, porque con lo que sugieres, un referéndum en toda España, no puedes estar seguro de poder gestionar el resultado. Si en Cataluña y el resto de España sale que si o que no, vale, pero, ¿qué pasa si sale no en un lado y si en el otro o viceversa?, ¿qué seguridad tienes de que un resultado adverso sería aceptado por los nacionalistas y que no volverían a dar la tabarra durante algunas generaciones?. Además, ¿sentarías el precedente de que el Estado hocica cuando la presión es suficientemente fuerte?. No, amigo mío, de eso, nada. Cuando el Estado se asienta democráticamente, por muchos fallos y defectos que tenga, no tiene que pedir perdón a nadie por defenderse de las agresiones que sufra.

Y discrepo también del chiste que acompaña tu texto: es sesgado, porque da una impresión que no es cierta. Cataluña no se acerca al Estado de buenas maneras, con su banderita constitucional para plantear “sus cosas”. Cataluña y el País Vasco aprovechan la coyuntura (cosa legítima, conste) y arrancan un tratamiento electoral clarísimamente favorable para los dos partidos nacionalistas en la maldita y nunca modificada ley electoral española. Y lo consiguieron por tres razones: por la debilidad del gobierno (acuérdate, la UCD de Suarez), el apoyo (¡cómo no!) incondicional de los partidos de izquierda de entonces (algún día tendrías que “bloguear” sobre las responsabilidades del PSOE en el actual estado de cosas) y, sobre todo, porque, ¡pobriños!, los políticos de Madrid pensaban que con ese tratamiento electoral y el grado de autonomía reconocida, se saciaban las tendencias disgregantes existentes en ambas regiones. El resto es Historia que puede leerse en las hemerotecas. Así que lo que el chiste refleja, la “insensibilidad de Madrid” ante los intentos “humildes y civilizados” de los catalanes contestados con exabruptos e insultos como fuente y semilla germinal del separatismo, está muy bien como chiste pero lo único que demuestra es el ingenio de los filoseparatistas para justificar su actitud. O ¿es que se nos ha olvidado la influencia que tenía el honorabilísimo e inmaculado señor Pujol y el peso específico de Cataluña en todas las reuniones a las que asistían?.

Además, como los que estamos en contra, somos imbéciles, acabamos por creernos ese discurso y nos metemos en cama con el sentimiento de culpabilidad, demonizados y haciendo actos de contricción por NUESTRA culpa. Insisto: acabamos convencidos, primero de que la culpa es nuestra y, segundo, incluso de que olemos mal y que esa es la razón por la que estos “guardiolas que mean colonia” desean alejarse de nosotros.

Créeme, el tema me tiene aburrido. MUY aburrido. Como esto es un blog público no te diré hasta dónde que si no lo fuese, te diría que me tiene hasta las pelotas. Me resulta cansino, reiterativo, plomizo, siempre lo mismo, siempre la misma cantinela: que si no tienen suficiente financiación, que si no se les reconoce su cultura, que si no se sienten suficientemente diferenciados, que si se persigue su idioma, que si no se les quiere, que si se desapegan… HARTO!; a ver si cambian de rollo, que la repetición desmedida provoca efectos contrarios al deseado. Y, además, hagas lo que hagas, siempre acaban silbando, abucheando, quemando e insultando los símbolos de “los demás”, cuando “los demás”, no es que respeten los suyos, es que nos importan lo justo.

Así que, oye, cuando los caminos necesarios para modificar el estado de cosas no te satisface y no encuentras modo de hacerlo a tu gusto, solo te queda el recurso revolucionario: ten lo que hay que tener y lánzate al monte a ver si, uno, te atreves y, dos, alguien te sigue. Cuando un Estado aguanta lo que se aguantó aquí con ETA, con sus novecientos y pico muertos, ¿alguien cree que ese mismo Estado va a echarse atrás porque algunos monten follones con claveles en la calle?.

Créeme si te digo que, a estas alturas de la partida, lo único que yo deseo es que esto no acabe como las tragedias griegas que, como sabes, tras el desorden y el caos, siempre se cerraban con derramamiento de sangre. Porque quizá aquí convenga recordar lo que Quinto Petilio le dijo a los rebeldes bátavos: Ochocientos años de prosperidad y disciplina han consolidado esta enorme máquina del Imperio romano, el cual no puede ser destruido sin derribar también a aquellos que lo destruyan (citado en: Roca Barea, M.E. 2016. Imperiofobia y leyenda negra. Pag. 84. Ed. Siruela).

Ya sé que nosotros no llevamos tantos años de prosperidad ni de disciplina ni somos el Imperio Romano, pero si algún insensato quiere ponernos a prueba…. Un fuerte abrazo


P.D. Y cuando quieras que hablemos de la asquerosa manipulación de los críos, no lo dudes. Los que tuvimos que sufrir la Formación del Espíritu Nacional durante varios años de bachillerato sabemos de que se trata

domingo, 24 de septiembre de 2017

Segunda reflexión sobre Catalunya. Tiene solución la situación?

Catalunya empieza a ser un tema recurrente en este blog y, como ya he comentado en ocasiones anteriores la situación en esa comunidad creo, que en las actuales circunstancias y por el cariño que le tengo a esa comunidad, debo seguir haciéndolo.

Vaya por delante, que tal y como comenté en Noviermbre de 2015 en la entrada: “Una reflexión sobre Cataluña, su historia reciente y su futuro” sigo manteniendo lo mismo: “Probablemente se hayan equivocado los políticos de las cortes generales impidiendo un referéndum en Catalunya. Los referendum pro independencia se han realizado y se realizan en diversas partes del mundo: Escocia, Québec, Mongolia, Puerto Rico (referéndum para el status político), Montenegro, Aruba, etc. También se han realizado referéndum sobre la monarquía  en Australia o Canadá por ejemplo. También hay  referéndum para saber si se permanece en la Unión Europea. ¿Por qué en Cataluña no puede hacerse uno?. Lo que no se puede hacer es saltarse la legislación vigente convocando una mascarada y llevando al límite una situación. Eso tiene un nombre, sedición y unas consecuencias que se deben de afrontar con la cabeza alta”

Hoy, dos años más tarde, la situación no solo no se ha arreglado sino que se ha encrespado aun más y con unas perspectivas desastrosas, que dirigen a los habitantes de Catalunya a una fractura social sin precedentes y que, en algunos aspectos, recuerdan a los prolegómenos del régimen nacionalsocialista en Alemania e los años más oscuros del siglo XX.

Voy a intentar analizar los hechos y, pese a lo complicado de la situación, proponer alguna solución que podría dar alguna salida al hecho.

Joan Manuel Serrat lo ha definido perfectamente: "Este referéndum no es tranasparente, no puede representar a nadie". Efectivamente, no es un referéndum transparente, ni tan siquiera es un referéndum;  es una mascarada sin mayor significación que demostrar lo que se puede llegar a manipular una sociedad y un acto absolutamente ilegal porque en el parlamento catalán se han violado todas las leyes vigentes. Es obvio que sus promotores merecen que sobre ellos caiga todo el peso de la ley y que tienen que pagar por los delitos que han cometido y responder por la malversación de fondos públicos que se han gastado en esta parodia.





Asumido lo anterior, también es evidente que desde el gobierno central no se ha hecho ni el más mínimo esfuerzo por intentar comprender que pasaba en Catalunya, como se podía solucionar y si existían más opciones que el dejar pasar el tiempo, utilizar medidas policiales o dar más dinero.  Hay cosas que el dinero no puede comprar, que con la fuerza no solo no se arreglan sino que se exacerban y que con mano izquierda  (sutil paradoja) se pueden intentar atajar. 



Lo he escrito antes, el referéndum debería haberse celebrado. Qué la constitución vigente no permite que se celebre un referéndum sobre la unidad de España en una sola comunidad, pues se hace uno en toda España incluyendo una pregunta similara: "¿Desea que España sea un estado federal? ¿Desea que su  C.A. continue formando parte de España?, etc. Se podrían buscar varias preguntas similares y no sería la primera vez que se hacía algo parecido en España. Por ejemplo se hizo en el caso de la OTAN cuando ningún gobierno se atrevía a tomar la decisión de entrar. Igual que se podría votar si los españoles preferimos monarquía o república o si la edad de votar son los 16, 18 ó 21 años. Además, con un referéndum convocado a nivel nacional y votando todos los ciudadanos se desactivan muchas de las ventajas que se les han dado a los independentistas violentos que probablemente, como pasó en los meses previos al de entrada en la OTAN, los que toman las calles son los más ruidosos, los más violentos y los más radicales pero los menos numerosos. Se hubiese tratado de una consulta legal, en la que muchos ciudadanos catalanes no se hubiesen sentido intimidados y hasta estigmatizados como están ahora (será el próximo paso ponerles estrellas amarillas en la ropa a los que no secundan a los radicales que tienen tomadas las calles estos días?) y con libertad para votar la opción preferida. Y creo que este es el camino a seguir: Fijar una consulta, con todas las garantías legales, que permita la libertad de voto y el voto en libertad, con controles adecuados y sin comisarios políticos ni policía política que intimide al votante.

Después ya se analizarían los resultados y se tomarían las medidas oportunas. Por ejemplo, si en Catalunya ganase que no querían formar parte de España habría que estudiar si la votación era homogénea en toda la comunidad, si había alguna provincia que prefería seguir en España o si bien todas preferían hacerlo y lo que buscan es un sistema político diferente, un sistema similar al de los USA por ejemplo. Incluso se podrían fijar porcentajes de votación necesarios para que el referéndum fuese vinculante. Supongo que Catalunya no es una unidad de destino en lo universal y que si, por ejemplo el Vall d'Aran desease continuar en España, se lo permitirían. No creo que nadies sea tan poco demócrata como esta señora:



Ahora todo es más complicado, hay fractura social, miedo en las calles y violación continua y flagrante de las leyes actuales. La solución policial  debería haberse llevado a cabo muchísimo antes, actuando contra aquellos que ya se sublevaron el pasado 9N y aplicándoles la legislación vigente. Ahora las actuaciones policiales van a provocar violencia, mucha violencia y no hay policía que pueda con un millón de personas (por poner un número) en la calle sin emplear métodos que lleven a algo mucho más grave que la represión de las mismas.

Imaginemos el peor de los casos, que yo no creo ni deseo que pase y que habiéndolo hecho bien no habría pasado seguro, que Catalunya se independiza de España. ¿Vamos a seguir el ejemplo de los  Balcanes y entrar en una guerra fraticida? ¿Muchos españoles que tenemos allí propiedades o que veraneamos allí vamos a dejar de hacerlo? . En la península ibérica ya tenemos un país diferente a España, Portugal, donde se habla otra lengua y tienen otras leyes y, hasta donde yo sé, la mayoría de los españoles que visitamos Portugal hablamos en español y no tenemos ningún problema, Creo que una Catalunya independiente debería de ser similar al caso portugués: utilizar la misma moneda, no tener fronteras y seguramente podríamos seguir hablando en español y tampoco tendríamos mayores inconvenientes. También se dice: "Catalunya no podría continuar siendo miembro de la U.E" (caso curioso, porque ministros del gobierno actual defendieron la continuidad de Escocii como miembro de la U.E encaso de que en el referéndum escocés hubiese vencido la independencia). No veo que ventajas puede tener expulsar o no dejar a Catalunya en la U.E. y si le veo muchos inconvenientes: Todos los turistas que pasan por Catalunya para acceder a otras comunidades tendrían muchos problemas y seguramente muchos no vendrían, el presupuesto de la UE se seguiría reduciendo (ya con el brexit va a ser imposible mantener las subvenciones y los fondos actuales), un mercado menos, etc. Otra de las cosas que se comenta: “Ningún país europeo reconocería la independencia de Catalunya”.Esa misma afirmación se utilizó en la independencia de Kosovo y hay que ver cuantos países lo han reconocido empezando por Alemania, Francia , Reino Unido y continuando por USA, Australia y así hasta 111 estados soberanos.

Para acabar, utilizar un atentado como el que tuvo lugar en Barcelona el pasado 17 de Agosto para justificar cualquier posición, razonamiento o argumentación política ni es manipulación, ni política ni oportunismo. Es un indicativo de la vileza, bajeza moral y maldad de quienes lo han hecho. No merecerían ni que se les mirase a la cara, deberían recluirse en un monasterio de clausura y dedicar su vida a flagelarse.